En los últimos días, dos nombres han entrado en consideración para ser el reemplazo de Federico Otermín en la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense. El primero es Mariano Cascallares, que cuenta con un amplio conocimiento del territorio y tiene preponderancia dentro del Conurbano. El segundo es Rubén Eslaiman, de amplia trayectoria en la Legislatura y referenciado con Sergio Massa.
Según lo informado por los medios, ya comenzaron las conversaciones entre Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa. A pesar de la derrota nacional, el peronismo mantuvo una importante cantidad de escaños que seguirán respondiendo en los próximos cuatro años.

De igual manera, el gobernador bonaerense será quien tome la decisión final y nombre al nuevo presidente de la Cámara Baja. Aunque, de acuerdo a lo trascendido en los pasillos de la Legislatura, el sucesor de Otermín será comunicado luego de que se llegue a un consenso.
Por estos motivos, los nombres de Cascallares y Eslaiman tomaron fuerza, ya que son dos dirigentes que presentan buena convivencia interna y cuentan con un buen diálogo con las demás fuerzas políticas, dos variables que necesitará Kicillof con la nueva conformación legislativa.
En ese marco, se confirmó que el reemplazante de Otermín no será un diputado de la oposición. La mesa bonaerense de Juntos por el Cambio creyó conveniente que el peronismo designe al presidente de la Cámara de Diputados y prefirieron no meterse en la discusión.

Por tanto, la coalición opositora decidió continuar con la tradición de dejar que el gobernador, junto a su tropa legislativa, designe al próximo presidente, como parte del acuerdo que se viene llevando adelante desde hace varios años.
Cabe señalar que, a partir del 10 de diciembre, el peronismo y Juntos tendrán 37 bancas cada uno en la Cámara Baja. En ese sentido, Kicillof no contará con los dos tercios necesarios y deberá sentarse a negociar para aprobar diversos acuerdos, entre ellos el Presupuesto 2024 o el pedido de endeudamiento.