Luego del triunfo de Javier Milei, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, busca rearmar su tropa para hacerle frente al próximo gobierno nacional. En ese sentido, decidió realizar un encuentro el próximo lunes a las 9.30 con los intendentes peronistas que gobernarán a partir del 10 de diciembre.
De esta forma, el mandatario provincial comienza a diseñar lo que será la estrategia para aguantar los embastes de La Libertad Avanza. Para esto, necesitará consolidar su liderazgo dentro de la estructura y requerirá también el respaldo de los alcaldes de Unión por la Patria.
El Presidente electo dejó en claro que no se continuarán las obras que están en marcha, por lo que cada municipio deberá salir a buscar financiamiento si desea que sean finalizadas. Además, se espera que Kicillof ponga a consideración de los intendentes el proyecto del Presupuesto 2024, que aún no fue enviado a la Legislatura bonaerense.
En ese sentido, un alcalde peronista afirmó que se debe mirar para el futuro y remarcó la idea de continuar unidos en Provincia. El resultado del balotaje en el territorio bonaerense despertó la preocupación de algunos intendentes e incluso del propio Kicillof.
El gobernador bonaerense todavía no definió el armado de su Gabinete para la segunda gestión. Ningún partido que integra Unión por la Patria quiere quedarse afuera, por lo que se deberá llegar a un acuerdo que convenza a las partes involucradas.

La gestión de la Provincia resultará fundamental para las aspiraciones futuras de Kicillof. El plan de gobierno de Milei se encuentra en sus antípodas y representa una seria complicación. La dependencia de los recursos nacionales y el programa de ajuste salvaje le genera una enorme preocupación por lo que deberá reacomodar el Presupuesto 2024.
Asimismo, la relación que empiece con la Casa Rosada será vital para sortear un obstáculo que podría generar un montón de complicaciones, que van desde las dificultades para pagar salarios hasta la realización de obras de infraestructura en salud y educación.
Por estos motivos, Kicillof sabe que comienza un período de gestión diferente a los últimos cuatro años. En ese sentido, es consciente que un sector del peronismo lo tiene en la mira como posible presidenciable de cara al 2027, aunque antes el justicialismo deberá reconfigurarse y hacer un mea culpa por la derrota en el balotaje.