No era tan tierno: quería un regalo para el papá y se robó una pulsera de oro de casi 2 millones

Algunos robos en la provincia de Buenos Aires no se producen cargados de violencia y terror. La estafa, como el "cuento del tío", es una modalidad que se repitió en los últimos días, y en la mañana del lunes la cámara de vigilancia de una joyería marplatense registró el hurto de una costosa alhaja.

Antes de las 11 un hombre se presento en "Diez y Veinte", un local ubicado en el "Shopping Los Gallegos", y solicitó ver una pulsera de oro exhibida en una de las vidrieras. El sujeto afirmó que buscaba un regalo para el padre que iba a pagar, junto a los hermanos, parte en efectivo y el resto con tarjeta.

Increíble hurto en #MardelPlata. Distrajo a la encargada de la #joyería y robó una pulsera de oro valuada en $2 millones. La mujer aseguró que se trató de un #gitano @seguridadmgp @SergioBerniArg @justiciayddhhBA #CronosNoticias pic.twitter.com/5Oioels3BS

— Cronos Noticias (@Cronos_Noticias) November 14, 2023

"Entró un señor gitano y me pidió una pulsera de oro que pesa 24,5 gramos y tiene un valor de 1,75 millones de pesos", declaró Rosario a la prensa marplatense. "Me dijo muy seguro que la llevaba", agregó la dueña del comercio.

A continuación solicitó ver un reloj que, en pocos minutos, también decidió comprar. Mientras la mujer preparaba las garantías de los artículos y las bolsas para empacarlos, el cliente le pidió sacar una foto a la pulsera que estaba guardada en el estuche.

En un descuido de Rosario el falso cliente tomó la alhaja, la escondió en una mano y regresó la caja vacía a la bolsa de regalo. La puesta en escena continuó con un diálogo que solo buscó distraer hasta el momento de la fuga.

"Cuando terminaba con los papeles de las garantías y preparaba las bolsas con lo que había pedido, el salió al pasillo y entró una señora a consultar sobre una reparación. Cuando esta mujer se iba el regresó y pidió unos aros, mientras se los buscaba desapareció", relató la dueña del local.

Momentos después, cuando reconstruyó la escena y corroboró que había sido víctima de un engaño y robo, Rosario pidió ayuda a personal de seguridad privada del centro comercial que no pudo encontrar al ladrón.