Este domingo, Juntos por el Cambio realizó una de sus peores elecciones desde su creación en 2015 y se quedó afuera de la segunda vuelta. En esa línea, sus dirigentes han encontrado numerosas justificaciones que avalan este resultado: el fallido acuerdo con Juan Schiaretti, el caso Martín Insaurralde y el armado del equipo de campaña.
De acuerdo a lo trascendido en los medios, el primer factor que se puso en cuestionamiento fue cómo se trataron los casos de Insaurralde y “Chocolate” Rigau. Dirigentes del PRO cuestionaron que los armadores de Patricia Bullrich creyeron que hacer foco en esos casos era el pasaporte al triunfo.
Que Federico Otermín, presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, ingrese como intendente electo de Lomas de Zamora y la derrota apabullante en el Conurbano generó una situación de malestar en la coalición.
En ese marco, dirigentes larretistas afirmaron que fue un error de Bullrich haber saboteado el acuerdo que en su momento propuso Larreta con el gobernador cordobés, Schiaretti. De esa manera, creen que hubiesen sacado un gran resultado en Córdoba que les hubiese permitido luchar por entrar al balotaje.
Asimismo, allegados a Juntos por el Cambio mantienen una fuerte crítica para los armadores Juan Pablo Arenaza y Dereck Hampton, que coordinaron la campaña de la ex Ministra. Su estrategia de disputar con Milei y olvidarse del kirchnerismo (Massa incluido) parece haber sido otra de las gotas que rebalsó el vaso.
Entonces… ¿cómo sigue la coalición de cara al 19 de noviembre? En su discurso, Bullrich señaló que no serán “cómplices” del populismo y de las mafias argentinas. Con esa declaración, la candidata presidencial y Mauricio Macri se adelantaron a la discusión interna de Juntos y buscaron ganar la pulseada, que asoma feroz.
Los dirigentes del PRO temen que el ex Presidente anuncie rápidamente su acuerdo con Milei e incluso afirmaron que ya lo debatió con Germán Garavano, Aníbal Ibarra y Guillermo Dietrich, su gente de confianza.
Por otro lado, el radicalismo no decidió aún su postura a tomar. Sin embargo, destacaron que los adultos jugarán al voto en blanco, mientras que los jóvenes se terminarán decidiendo por Massa.