La violencia extrema no ocurre solo en el Conurbano bonaerense. En el interior de la Provincia de Buenos Aires, en importantes ciudades como Pergamino, los habitantes también viven aterrados por la inseguridad. La noche del miércoles un kiosquero, que además es periodista, fue víctima de un asalto y una salvaje agresión.
Alrededor de las 21:30 dos hombres, uno encapuchado, ingresaron al local ubicado en Blvd. Ameghino al 1000 interesados en comprar diferentes bebidas con alcohol. Transcurridos algunos minutos y tras elegir algunos vinos, los clientes de "25 Horas" revelaron sus verdaderas intenciones a Mariano Atia.
El hombre de 48 años fue amenazado con un arma de fuego y obligado a entregar la recaudación. Cuando parecía que todo había llegado a su fin y los ladrones iban a fugar, de forma inesperada el asalto escaló en el nivel de violencia.
Lo forzaron a que vaya a la trastienda pero, al notar que tenía el teléfono celular, cruzaron detrás del mostrador y uno de ellos lo siguió. "Quemalo, quémalo", lo arengó el cómplice.
Atia fue atado, trompeado y recibió una tremenda patada a la altura de la sien que, de milagro, no le hizo perder el conocimiento. Al mismo tiempo el segundo ladrón vació la cigarrera, seleccionó otras botellas de vino y buscó más dinero.
Los sujetos abandonaron el local con la mercadería, 125 mil pesos de la recaudación del kiosco y otra que la víctima tenía de un local vecino.
Varios minutos después, cuando el hombre se recuperó y se logró desatar, denunció el violento robo al número para emergencias 911. Personal de la Comisaría 3ra. y de la DDI de Pergamino se presentaron en el lugar y están a cargo de la investigación bajo las órdenes del Dr. Francisco Furnari, titular de la UFIJ Nro. 2, y del ayudante fiscal Germán Guidi. La causa fue caratulada "robo calificado".
Atia, que necesitó de la asistencia de personal de salud por los múltiples golpes recibidos, realizó un descargo en sus redes sociales.
"Estas dos lacras inmundas, entraron anoche a mi kiosco, me robaron, golpearon, ataron de pies y manos y me pusieron un revólver en el pecho. Ambos están identificados y tienen antecedentes penales. Hasta cuando los buenos podemos resistir", relató el periodista que agradeció la actuación de la policía y las fiscalías.
"A todos gracias, estamos golpeados física y anímicamente, pero seguiremos apostando al trabajo. Me pregunto y les pregunto: ¿qué hacemos con Ramoncito y Claudito?", escribió la víctima.