Faltando menos de dos semanas para las elecciones del 22 de octubre, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, pisó el acelerador en su campaña y sus recorridas por diversos municipios bonaerenses. En ese sentido, esta semana estuvo en La Plata junto a su ministro de Justicia y candidato a intendente, Julio Alak, supervisando obras, visitando el Centro de Monitoreo del Servicio Penitenciario y en jornadas de la Facultad de Periodismo.
La estrategia es clara. Julio Alak pretende mostrarse al lado de Kicillof para sumar votantes, mostrar una estructura de unidad peronista, y así, conseguir una victoria que destrone a Julio Garro de su lugar de intendente comunal.
Garro, por su parte, apuesta a ‘municipalizar' la elección. No importa el candidato a presidente que elija su electorado, lo crucial es que su boleta sea la opción en el tramo local.
Sin embargo, las campañas por el municipio no se cruzan entre sí. Ni Garro se molesta en cuestionar a Alak, ni el ministro de Justicia apunta sus críticas hacia el intendente del PRO. Algo totalmente diferente a lo que sucede a nivel provincial o nacional.

Hay quienes creen que no se trata de una competencia entre Alak y Garro, sino entre Kicillof y Garro. Ya que las críticas más fuertes al intendente del PRO llegan del gobernador y no del candidato al sillón del municipio.
Es bien sabido que, para Kicillof, la elección de La Plata es de principal importancia. La capital provincial fue el único distrito donde la estructura del gobernador jugó fuerte en la previa del cierre de listas para contar con un candidato propio. Además, al ser la capital de la Provincia, es la joya de la corona para cualquier gobernador.
En la elección de agosto, Garro consiguió el 39,6% de los votos. Detrás quedaron las cinco listas que compitieron en la interna de Unión por la Patria con el 34,7%. Más abajo, quedó Luciano Guma (La Libertad Avanza) con 16%.
Tras la elección de agosto, Alak tuvo que buscar el acompañamiento del resto de los candidatos de la interna peronista ya que apenas consiguió el 53,8% de los votos. El resto (46,2%) se distribuyó entre los candidatos restantes de Unión por la Patria.
Por su parte, Garro tiene otra realidad. En agosto, el intendente se impuso con comodidad al bullrichista Juan Pablo Allan. Sin embargo, en la capital bonaerense Patricia Bullrich tuvo más votos que Horacio Rodríguez Larreta, lo cual dejó en evidencia el corte de boleta y le brindó al jefe comunal de cara a este 22 de octubre.