La mañana del lunes el padre Javier, responsable de la Parroquia San Ignacio de Loyola en Gregorio de Laferrere, fue víctima de cuatro sujetos que no respetaron el séptimo mandamiento y le sacaron la camioneta Chevrolet S10 que estacionó en la puerta de la iglesia.
Eran las 8:20 y la calle Santa Catalina al 3900 era muy transitada por padres y niños que se dirigían al Jardín comunitario Patricias Argentinas. En ese momento el cura abría las rejas del templo del barrio Villa Unión y fue abordado por tres ladrones que lo amedrentaron con armas de fuego.
Los sujetos se movilizaban a marcha lenta en un Peugeot color negro y, desde la esquina de Juan B. Justo, vieron a Javier estacionar y descender de la camioneta.
Lo encañonaron, amenazaron de muerte y le dieron un culatazo en la cabeza para que entregue las llaves del rodado. A continuación lo bolsiquearon y obligaron a que se tire al piso.
Luego de 22 segundos los tres violentos, junto al cómplice que esperaba en el Peugeot, huyeron con los dos vehículos en dirección a la ruta 3, distante a pocas cuadras.
Griselda, una vecina de la zona, diálogo con CRONOS y confirmó que el cura estaba en buen estado de salud a pesar del golpe que había recibido. "La camioneta apareció unas horas después", comentó la joven.