La tarde del viernes al menos cuatro jóvenes ladrones recorrieron las calles de Llavallol y llenaron de terror a los vecinos. A bordo de dos vehículos que se presume eran robados, atacaron a cualquiera que se les cruzó en el camino y los despojaron de sus pertenencias.
Una cámara de vigilancia privada los grabó, alrededor de las 15, cuando asaltaron a un hombre y a un joven sobre la calle Friedrichs al 500, entre Moldes y Olleros.
El primer auto frenó de golpe a mitad de cuadra y bajaron dos sujetos, uno de ellos exhibiendo una pistola. El muchacho que cruzaba la calle los miró, vio la pistola y estiró el brazo para entregar el teléfono celular.
Una mujer, cuando vio lo que ocurría, se alejó a la carrera por la vereda. La segunda víctima lo percibió cuando ya los tenía encima. Como hizo el muchacho un segundo antes, estiro la mano y les dio el teléfono. Los ladrones lo bolsiquearon y palparon mientras él, rendido, levantó los brazos.
A continuación los delincuentes ascendieron uno en cada auto y escaparon a toda velocidad. El hombre, que llegaba a la casa de la hija, entró a la propiedad y se encerró detrás de las rejas para estar un poco a salvo.