El pasado domingo 13 de agosto se llevaron a cabo las PASO, unas elecciones que le dieron al libertario, Javier Milei, los votos de confianza que le faltaban. Sin embargo, es evidente que la victoria del candidato presidencial de La Libertad Avanza no es más que otro voto castigo generalizado.
Es cierto que, para el peronismo, esta fue una elección devastadora en todo el país, donde consiguieron el 27,27% de los votos. Aunque no todo está perdido, ya que, en la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof fue el “más votado” y se consagró como el dirigente más fuerte de su espacio.
Para Juntos por el Cambio, el escenario no es muy distinto. A nivel nacional, consiguieron un 28,27% de los votos, un punto de diferencia con Unión por la Patria.
Este resultado es un claro mensaje para Unión por la Patria y para Juntos, espacios que -desde hace años- se vienen turnando la dirigencia del país. Ahora, la gente está disconforme y lo demostró en las urnas, donde le dieron el 30,04% de los votos al economista liberal.
Otro dato, Horacio Rodríguez Larreta no pudo ganar en su propio distrito. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires se le dio vuelta y ni siquiera pudo sostenerse de su queridísimo Diego "Colo" Santilli, a quien enalteció durante toda su campaña y a quien tiñó de un color especial en su boleta.
Por su parte, Patricia Bullrich, que trastabilló un poco con sus discursos sobre la economía y decidió mantenerse en silencio sobre la temática, igual se mostró firme. Aunque no le alcanzó, ganó la interna de Juntos por el Cambio y tiene la oportunidad de conquistar algunos votantes más de cara a octubre.
En gran parte, el resultado de la interna de Juntos se refugia en la necesidad latente de seguridad y “mano dura” que se hace presente en todo el país, materia en la que Bullrich parece destacar por sobre los demás candidatos.
La interna de Unión por la Patria estaba cantada casi desde el inicio. Por más que quisiera, Juan Grabois nunca podría competir contra "el llamado” de Cristina Fernández de Kirchner pidiéndole a su electorado darle el voto de confianza a Massa.
Ahora todos los militantes de Grabois, que han basado su campaña en recordar las “traiciones” del ministro de Economía -en un país con 113,4% de inflación interanual, y sus discursos en contra de La Campora- no tienen otra opción que tragar en seco y salir a militar por Massa “para que no gane la derecha”.
Lo cierto es que Javier Milei, guste a quien le guste, fue el candidato más claro y expresivo en tanto a lo que la gente le importa: las propuestas. Mientras que la campaña de Juntos por el Cambio y Unión por la Patria se basó en jugar a la papa caliente y echarse las culpas los unos a los otros, el libertario presentó planes para todas las materias.
Un claro ejemplo es la dolarización que propone Milei. El candidato se sostuvo firme en las cuestiones económicas, campo que pareció pasar desapercibido para el peronismo y Juntos, quienes tienen varios fracasos acumulándose en sus mandatos.
Por Milagros Alvarado