El terror del Conurbano bonaerense: en manada o en pareja, así atacan los violentos motochorros

Muchas cosas llaman la atención luego de cada asalto con la modalidad motochorros. La primera es que los sujetos circulan sin casco y en algunos casos sin dominio, y la policía no los detiene al menos para darles un "reto" por no cuidar su vida y no respetar las leyes de tránsito. También es sugestivo que nunca detengan, al menos para pedir los papeles de los rodados, a los motoqueros que recorren las calles y protagonizan "robos piraña sobre ruedas".

Se pueden deslizar algunas hipótesis para explicar estas situaciones: estos delincuentes tienen mucha fortuna, o no hay presencia policial o a las autoridades no les interesa porque a ellos no les pasa.

La Manada

En la noche del martes sí les tocó a dos muchachos cuando guardaban bolsas en el auto que tenían estacionado en la esquina de las calles Pampa y Malabia, en la localidad de San Justo. Los ataques en manada no son inéditos en La Matanza y muchos fueron registrados por las cámaras de videovigilancia. En este caso fueron seis pirañas, sólo tres con casco, que llegaron en tres motos alrededor de las 21.

En este caso una de las víctimas, el dueño del automóvil, reaccionó con velocidad y antes de que se detuvieran escapó a la carrera por calle Pampa en dirección a Cerviño. El amigo no tuvo la misma suerte, fue interceptado y con una zancadilla lo arrojaron al pavimento.

El muchacho les alcanzó a gritar que no tenía las llaves porque no era su vehículo y, en el momento en que lo iban a bolsiquear, una alarma vecinal los detuvo y la víctima, a pesar de estar adolorido por la caída, pudo escapar detrás del otro joven.

Juegan con el miedo

El segundo hecho también ocurrió el martes, pero en este caso cuando faltaban pocos minutos para la medianoche. La víctima fue un hombre joven y fue atacado en la intersección de Las Gardenias y Tucumán, en Loma Hermosa, a escasos metros donde una banda de catorce jóvenes y con la modalidad piraña, le sustrajo el auto a una mujer.

Dos motochorros aparecieron en contramano por calle Las Gardenias, lo cruzaron y el que viajaba como pasajero se le abalanzó. A los habituales gritos y las conocidas amenazas para que entregue todo, el joven delincuente que se cubría la cara con una capucha, le sumó el gesto de amagar con sacar un arma de fuego.

El muchacho no se resistió pero tampoco detuvo la marcha, llevaba una mochila y solo le dijo: "no tengo nada". El caco, que se presume no tenía armas, le palpó los bolsillos e instantes después se fue con el cómplice. En esta ocasión el habitual miedo que generan en las víctimas no apareció y no pudieron robar nada.

Brutal golpiza a una mujer

La inseguridad en Avellaneda es imparable y el intendente Jorge Ferraresi no la puede maquillar con plazoletas o inseguras canchas de fútbol cinco. Hace pocas semanas un joven fue asesinado a puñaladas cuando se resistió a un asalto, también una banda de jóvenes irrumpió en un club a los tiros y le robó a los presentes.

Los ataques de motochorros también son una constante y en las últimas horas trascendieron las imágenes de uno muy violento que ocurrió el lunes en Villa Domínico. A las 11:15 una mujer que caminaba por Alte. Solier fue sorprendida por los delincuentes que la agredieron a traición.

Antes de llegar a la avenida Centenario Uruguayo la víctima fue tomada por detrás y por el cuello, arrinconada contra la pared, amenazada y manoseada para que entregue una pequeña cartera y otros elementos de valor.

Al encontrarse con una tremenda resistencia, el rastrero tiró a la señora al piso, la golpeó y luego le quitó las pertenencias con tironeos.

Instantes después escapó en moto y con el cómplice, quien debió esquivar a un hombre que los intentó detener y tirar del rodado.

La mujer, muy asustada y dolorida, estalló en llantos y fue asistida por los vecinos.