Zona liberada: dos violentos delincuentes asaltaron un comercio de artículos de peluquería

Las imágenes que compartió Gabriela, la dueña de "Barber & Pelu", asustan. El último miércoles de julio, pasado el mediodía, dos sujetos la asaltaron en el comercio dedicado a vender insumos para peluquerías y barberías. La mujer estaba con dos empleadas y su papá cuando dos hombres ingresaron al local ubicado en Carlos Pellegrini al 500, en la localidad de Burzaco.

El primer sujeto parecía un cliente más y realizó algunas preguntas, el otro observaba la escena detrás de una par de lentes oscuros y con una mano en el interior del bolso que llevaba en bandolera. A continuación comenzó el horror.

El supuesto cliente que iba vestido con un chaleco azul sacó un arma de fuego que ocultaba bajo la ropa y amenazó a Gabriela. El secuaz hizo lo mismo con el padre que estaba cerca de la puerta: del bolso extrajo lo que se presume era un pistolón o un arma tumbera de grandes dimensiones, y se lo apoyó en la espalda. "Tranquilo, no se exponga", le dijo el ladrón con un tono de amenaza.

"Yo le doy, yo le doy"   

El hombre del chaleco, que estaba a cara descubierta y quedó registrado con nitidez por la cámara de vigilancia del local, fue quien juntó a las tres mujeres detrás del mostrador y les exigió la entrega del dinero que había en la caja, los teléfonos celulares y los relojes. Gabriela, sin perder la calma, lo obedeció y hasta le ofreció una bolsa para que guarde lo que les estaba robando.

La tremenda escena tuvo otra cuota de dramatismo cuando el padre de Gabriela intentó que los malvivientes depongan la actitud.

"Recién empiezan", les dijo. La hija, que en todo momento se mostró cooperativa para que no los golpeen u ocurra algo peor, le ordenó al padre que se calle y no diga nada más.

"Eso agarra, con el cargador", le ordenó el hombre de los lentes a su cómplice y señaló la laptop del local.

"Llévense todo, pero por favor váyanse tranquilos", les pidió Gabriela cuando el hombre de los lentes los obligó a que pasen a la trastienda del comercio.

"Vos no me digas que tengo que hacer", le ordenó antes de seguir al cómplice del chaleco que ya había abandonado el lugar.

"Esto no es nuevo, los asaltos y los robos en esta zona comercial ocurren todos los días. La Policía liberó la zona, hace meses que no se ven patrullas ni agentes caminando por la calle. Coincidencia o no, cuando cambiaron al comisario todo emperoró", afirmaron los comerciantes.