El mediodía de este jueves Marilú Mamani, de 21 años, salió apurada de su casa y pocos minutos después ingresó al Hospital Mi Pueblo con una herida de bala.
La chica caminaba por La Cautiva y El Gringo, dos calles que no conocen el asfalto y son una postal del histórico abandono del Conurbano bonaerense, pero antes de llegar a los 6 metros de hormigón, que los vecinos llaman puente y cruza el Arroyo Las Piedras, fue abordada por un violento ratero.
El cobarde la interceptó y mediante amenazas con un arma de fuego, que escondía en la espalda, le exigió las pertenencias. Marilú se resistió unos segundos y forcejeó con el ladrón que la tenía sujeta de la campera, a continuación escuchó una detonación y sintió un fuerte ardor en la pierna izquierda.
La joven, asustada y resignada, le entregó el teléfono celular que tenía en un bolsillo y lo vio escapar apurado.
En un primer momento Marilú no se percató que tenía un balazo en la rodilla izquierda, caminó unos metros pero decidió regresar a su casa. El dolor la dejó avanzar unos pocos metros y se sentó en la entrada de una vivienda.
Maximino, que había escuchado los gritos y el disparo, salió a la calle y se encontró con la joven malherida. Él fue quien la auxilió y quien envió a un familiar a dar aviso a la mamá de la chica.
Momentos después los vecinos subieron a Marilú a un auto particular y la trasladaron al Hospital Mi Pueblo de Florencio Varela, donde fue intervenida quirúrgicamente y le extrajeron el plomo de la pierna.
Los habitantes del barrio San Cayetano aseguran que los delincuentes deambulan día y noche en busca de "la nueva víctima".
"Estamos cansados de reclamar, en el municipio de Florencio Varela nadie nos da bola. Pedimos una garita policial, patrullajes, y nada. Acá siempre es nada. El puente que cruza el arroyo lo pusimos los vecinos, para el intendente Andrés Watson no existimos", asegura una participante de la comisión vecinal. "Todos los barrios de esta zona están abandonados desde su nacimiento y a nadie le importa", agregó la mujer.