En la noche del domingo una lluvia de balas quebró el silencio del barrio Las Lomas de San Alejo, en el partido de Pilar. Un efectivo de la Policía de la Ciudad, que estaba franco de servicio, se enfrentó a los tiros con dos hombres que le intentaron sustraer la moto, una Honda Twister.
El oficial, de 35 años e identificado como Gustavo, fue sorprendido por los motochorros cuando llegó a su domicilio de la calle Houssay. El que viajaba como pasajero de la Honda Tornado extrajo una pistola de entre sus ropas y lo amenazó para que les entregue la moto.
La víctima, que estudia abogacía y presta servicio en el Grupo de Despliegue de Intervenciones Rápidas de la Policía de la Ciudad, saltó de la moto que cayó al suelo y retrocedió unos metros sin oponer resistencia.
En ese momento, según declararon algunos vecinos, uno de los malvivientes abrió fuego contra el hombre que se identificó como policía y resistió el ataque.
Según los testigos se habrían escuchado al menos 10 detonaciones y un auto, estacionado detrás de la posición de la víctima, recibió dos impactos en una cubierta y un panel trasero.
El efectivo de la policía porteña puso en fuga a los delincuentes que continúan prófugos y abandonaron la moto en la que llegaron. Fuentes policiales informaron que se corroboró que la Tornado había sido robada a un delivery en Luján y tenía pedido de secuestro solicitado por el Departamento Judicial de Mercedes.
La investigación quedó a cargo del Dr. Andrés Quintana, de la Unidad Funcional de Instrucción Nro. 2 de Pilar, que no tomó temperamento con el efectivo y ordenó que se verifique si en los hospitales de la zona ingresó algún hombre con heridas de bala.
La causa por el momento fue caratulada como "tentativa de robo".