Con una escopeta de doble cañón, amenazó a los empleados y asaltó una panadería

El jueves 29 de junio los empleados de la panadería "Mimi", ubicada en la calle Tte. Gral. Bergamini al 2500, en el Palomar, fueron víctimas de un robo tan inquietante como increíble. A las 19:30, cuando faltaban pocos minutos para culminar la jornada laboral, los dos trabajadores fueron sorprendidos por un delincuente que los amenazó con una escopeta de cartuchos y doble cañón.

Como salido de una fantasiosa película de acción, el malviviente con el arma en la mano descendió de un automóvil en el que lo esperó al menos un cómplice. Sin disimular ni esconder la escopeta, el sujeto ingresó en el local que en ese momento estaba desierto y buscó algo que robar detrás del mostrador.

A continuación fue a la trastienda y en la cocina encontró al empleado que ordenaba las bandejas donde hornea la mercadería. El muchacho no supo lo que ocurría hasta que vio las bocas de la escopeta a pocos centímetros de su rostro.

Instantes después y bajo amenazas de muerte, el ladrón trasladó al empleado al salón y lo obligó a que le entregué el dinero de la recaudación, el teléfono celular y la balanza que cargó en una bolsa que llevó consigo. En ese momento apareció la vendedora que estaba en el baño y que, sin que se lo pida, le entregó el teléfono celular.

Con la escopeta escondida debajo de una campera que también le sacó a los empleados, los obligó a entrar en el toilette, eligió un alfajor y un budín, y abandonó el lugar con total impunidad.