Demencial robo y "picaneo": a la empleada de un kiosco le pasaron electricidad por el cuerpo

La empleada de un maxikiosco ubicado en el partido de Merlo, fue víctima de un violento asalto. El último sábado, a las 7:30, dos jóvenes ingresaron al local de la avenida La Unión al 2300, en Pontevedra, simulando ser clientes. Uno de ellos caminó en dirección a la heladera pero en el camino cambió de opinión, pasó detrás del mostrador y comenzó el horror.

Mientras el cómplice elegía chocolates y los guardaba en un bolso, el violento se acercó a la chica, la tomó del cabello, la obligó a ponerse en cuclillas y le exigió el dinero que había en "la caja fuerte".

La empleada le dijo que no había tal cosa y como respuesta recibió una descarga eléctrica de una picana que estaba disimulada como una linterna. La bestia insistió con la orden y otra vez la picaneó. La muchacha estaba muy asustada y juntó los billetes que estaban en el cajón, pero el violento los rechazó y la llevó al baño.

"Si no hay plata dame la campera", le dijo y a continuación la manoseó sin dejar de amenazarla con la picana.

Mientras un nuevo drama transcurría en el servicio, un empleado de la carnicería lindera sospechó que algo malo estaba pasando y se acercó al kiosco donde encaró al cómplice que oficiaba de "campana".

"La empleada se fue al baño, estoy esperando para que me cargue crédito en el celular", dijo. Segundos después ingresó el dueño del kiosco, que antes había sido convocado por el carnicero, que al no ver a la empleada corrió al tocador. El hombre enfrentó al delincuente que intentó usar la picana pero, luego de recibir algunas trompadas, escapó del lugar a la carrera.

Picana similar a la utiliazada en el hecho

Los móviles policiales se presentaron momentos después y con la descripción de los malvivientes pusieron en marcha un operativo cerrojo. Uno de ellos logró evadir la búsqueda mientras que el cómplice fue hallado a solo tres cuadras, en la intersección de las calles Cuba y De los Franceses.

Luego de reducirlo y durante la requisa de rigor, los uniformados le encontraron la picana y una trincheta que le había quitado a la empleada del kiosco. El sospechoso fue identificado como Gonzalo Nahuel Ramírez, de 20 años, quien quedó a disposición de la Dra. María Teresa Monti, a cargo de la UFI Nro. 5 de Morón.

La fiscal ordenó que lo trasladen a sede policial y el domingo fue llevado a los tribunales para prestar declaración. Ramírez se negó a declarar en la causa que fue caratulada "abuso sexual simple y robo agravado por el uso de arma". El Dr. Ricardo Fraga, Juez de Garantías en turno, avaló lo dispuesto por la fiscalía y dispuso que el acusado quede detenido. Por estas horas los investigadores buscan al cómplice que ya estaría identificado.