Antes del amanecer y antes del anochecer, los motochorros son los protagonistas

"El problema motochorro" no tiene solución o el Estado no hace todo lo que puede para resolverlo. Todos los días se pueden contar hechos como los que ocurrieron los días martes y miércoles en Quilmes oeste, pero no se publican porque puede haber otros más noticiables.

Aquello que hace singular a estos dos asaltos que sucedieron en menos de 24 horas, a 100 metros de distancia y a solo dos cuadras del lugar donde, hace menos de un mes, balearon a un vecino por el teléfono celular.

Acto 1

Dos hombres que caminaban por la calle Benito Pérez Galdós al 3800, en sentido a calle 389, se dirigían a trabajar a las 6 de la mañana cuando fueron interceptados por cuatro delincuentes que llegaron en dos motocicletas.

Los dos que viajaban como pasajeros se tiraron de los rodados, acorralaron a las víctimas y les dieron numerosos culatazos para que les entreguen las pertenencias.

En el primer video que acompaña esta nota se puede ver que uno de los hombres se resiste y corre para que no le quiten la mochila. Esta situación no fue bien vista por los facinerosos que, sin dudarlo, lo persiguieron y le dispararon, aunque por buena fortuna no tuvieron puntería.

Los gritos e insultos de la víctima pusieron en fuga a los motochorros que, con rumbo desconocido, fueron por otras presas.  

Acto 2

En la tarde del martes, minutos antes de las 19, dos muchachas que también caminaban por la calle Benito Pérez Galdós, entre 390 y 392, fueron atacada por dos jóvenes motochorros. En el segundo video se las puede ver manteniendo un diálogo cuando apareció una moto y el pasajero se descolgó para ir sobre ellas.

La que llevaba una cartera se dio cuenta de lo que estaba por ocurrir y en un arriesgado acto reflejo tiró el bolso por encima de la reja de una vivienda. El frustrado asaltante solo la insultó y corrió hasta la moto en la que huyó junto al cómplice.

Acto 3

El pasado viernes 14 de abril, a las 6:30, un hombre que iba a trabajar caminaba por la cinta asfáltica de Benito Pérez Galdós y calle 388, cuando fue abordado por dos motochorros que, arma en mano y con el rostro cubierto por los cascos, le exigieron las pertenencias.

"No tengo nada", le repitió varias veces la víctima al motochorro que lo palpaba. El sujeto, desconfiado, lo ignoró hasta que descubrió el celular.

El hombre se resistió a entregar el aparato "No te voy a dar el celular", le gritó mientras el asaltante le avisó, "Te voy a matar", y le disparó. Por buena fortuna, como ocurrió la mañana del último miércoles, la bala no impactó en el hombre que momentos después fue auxiliado por un preocupado vecino.

"Me dispararon", le contó al dueño de la casa mientras veía como los asaltantes escapaban a toda velocidad.