Detuvieron al hijo de "La Tana María", la jubilada asesinada en San Isidro

La noche de este jueves, personal de la DDI de San Isidro detuvo a Aldo Antonio Di Paolo, de 65 años, por el brutal homicidio de su madre, María Cristina De Vincenti. La jubilada de 91 años fue asesinada con un cuchillo Tramontina que le clavaron en la zona del cuello.

La historia de este presunto matricidio comenzó el miércoles alrededor de las 20, cuando Aldo Di Paolo se comunicó con el 911 y denunció que había encontrado a su mamá muerta en la vivienda ubicada en calle Avellaneda al 1300, entre San José y Herrera, en el partido de San Isidro.  

María De Vincenti

De inmediato se acercaron efectivos de la comisaría de la zona y corroboraron que la mujer yacía en el piso de la cocina, con un cuchillo clavado en el costado izquierdo del cuello. Además, la casa lucía un gran desorden y muchos de los cajones de los muebles estaban abiertos.

A partir del hallazgo de este escenario, se dio aviso a la fiscalía del Área Criminal de San Isidro, a cargo de la Dra. Carolina Asprella, quien solicitó la presencia de la DDI y peritos de la Policía científica de San Isidro. Además, ordenó que el jueves se realice la operación de autopsia.

La víctima de 91 años vivía sola y se movilizaba en silla de ruedas desde hace algunos años. Su hijo, que vivía en otra casa ubicada en la misma cuadra, estaba a cargo de los cuidados de la mujer.

"María toda la vida fue la almacenera del barrio, dejó de trabajar cuando quedó postrada", destacaron los vecinos. "Además de Aldo tuvo una hija que murió de cáncer hace algunos años", agregaron.

La primera hipótesis que manejaron los investigadores fue la de un homicidio en ocasión de robo, pero todo fue cambiando con el paso de las horas.

Aldo Di Paolo relató ante los pesquisas que el domingo estuvo en la casa de la madre y que desde ese día no había regresado. "Dijo que el miércoles volvió porque no recibió respuesta a los distintos llamados que le hizo durante la semana", informaron voceros policiales. "El hombre encontró la puerta cerrada pero sin llave y no había aberturas violentadas", agregaron los informantes.

Al mismo tiempo que se recabaron las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia de la cuadra, los investigadores entrevistaron a los vecinos quienes manifestaron que "La Tana María" salía al porche de la vivienda y pasaba largos ratos tomando aire o conversando con algún conocido que pasaba por el lugar.

Este dato podía aclarar como los ladrones habían ganado el interior de la vivienda. Pero algunos detalles no cerraban, entre ellos el homicidio de la mujer que no tenía capacidad de defensa. "No tiene otros signos de violencia, no fue torturada para que entregue o diga donde escondía dinero u objetos de valor", indicó un investigador.

En la casa faltaban el teléfono celular de la mujer y algunas joyas, confirmó el hijo.

Durante la tarde del jueves se conocieron los detalles que arrojó el análisis de las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia ubicadas en la cuadra y, también, los resultados preliminares de la operación de autopsia.

Aldo Di Paolo, divorciado y padre de una joven mujer, había mentido. Los investigadores corroboraron que el hombre había vuelto a la casa de la madre el lunes por la tarde, alrededor de las 18. En las imágenes se lo vio ingresar a la vivienda y un rato después salir con una bolsa en la mano. Ninguna otra persona entró al domicilio.

Los resultados de las pericias médicas que recibió la fiscal Asprella, consignaron que De Vincenti falleció por la lesión ocasionada con un arma blanca en el cuello que le generó una hemorragia y shock hipovolémico.

También que la data de muerte sería entre 48 y 72 horas antes del hallazgo, lo que coincidía con el regresó que intentó ocultar Di Paolo. "El cuerpo fue movido, María De Vincenti fue atacada a traición y por la espalda cuando estaba sentada y luego la acostaron en el piso boca arriba", indicaron fuentes judiciales.

Aldo Antonio Di Paolo

El cerco se fue cerrando alrededor de Di Paolo, un hombre descripto como responsable y atento a las necesidades de la madre, que le llevaba la comida todos los días desde su casa. "Vive a 50 metros, no tuvo noticias de la madre durante dos días y no fue a ver si le había pasado algo. Es llamativo", indicó un investigador.

Con toda la prueba recabada y luego de comprobar que Di Paolo había mentido, estuvo en la escena en horas del crimen, la fiscal Carolina Asprella con el aval del Dr. Ricardo Costa, Juez de Garantías de San Isidro, le ordenó a la DDI la detención del sospechoso.

En las próximas horas, el hombre que ya había organizado el funeral de su madre, deberá prestar declaración y defenderse de la grave imputación por el delito de "homicidio agravado por el vínculo", un matricidio.