A una semana de haber comenzado el juicio a los ocho "rugbiers" de Zarate que participaron de alguna manera en el asesinato de Fernando Báez Sosa, la violencia en las puertas de los boliches se reiteran durante 2023.
En las primeras horas del último domingo Demian, de 18 años y oriundo de Virrey del Pino, fue atacado por una patota a la salida de Alcuba, un local nocturno en Cañuelas.
El joven estaba junto algunos amigos esperando por un remís cuando una patota de al menos 10 sujetos, los abordaron con una violencia inusitada. Comenzaron con insultos, les arrojaron objetos y luego los agredieron físicamente.
Demian aseguró que dentro del boliche no tuvieron problemas con nadie y que los patoteros no estuvieron ahí. "No los había visto en mi vida", indicó el muchacho. Los violentos comenzaron a golpear a todo el grupo de amigos que, lejos de buscar un enfrentamiento, corrieron para escapar.
Al llegar a la esquina Demian cayó al piso y uno de los atacantes lo pateó en la cabeza, a la altura de la nuca, y lo desmayó. La acción de Lucía, una amiga que estaba en el grupo, fue fundamental para salvar al muchacho que estaba indefenso en el piso. “Me tiré arriba de la cabeza porque le querían seguir pegando, me decían que me corra porque me iban a romper los nudillos", relató la valiente joven.
"¡Lo matamos! ¡Te matamos a tu amigo!", le dijo, entre risas, uno de los criminales que estaba vestido con campera.
Demian sufrió lesiones en la cara, codo, rodillas, cuello y espalda. Además, le partieron y perdió piezas dentales.

"En el Hospital Marzetti no lo atendieron porque esperaron a que mi hijo se despertara y, cuando lo hizo, le dijeron que se vaya. Cuando llegó a casa lo llevé al Hospital Ballestrini de Ciudad Evita, ahí le hicieron todos los estudios correspondientes", denunció Cinthia, la mamá del joven.
Otro caso en General Villegas
El domingo, alrededor de las 5:30, Lucas Sánchez fue brutalmente golpeado por Matías Rodríguez, otro adolescente de 16 años. Las imágenes que fueron grabadas con un teléfono celular y viralizadas en las redes sociales, hielan la sangre y provocan pavor.
Producto de la violenta golpiza, Lucas Sánchez se encuentra internado desde el lunes en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI). El adolescente estuvo en su casa todo el domingo y al día siguiente, producto de fuertes dolores de cabeza, la familia lo llevó a un hospital de la ciudad.
En el nosocomio le realizaron un estudio de diagnóstico por imágenes con el que determinaron que tenía fractura de cráneo y un coágulo que puede agravar su estado de salud.
Betiana Bramajo y Ernesto Sánchez, los padres de Lucas, hicieron la denuncia y reclamaron que la Justicia haga su trabajo para castigar al agresor por el hecho que cometió.
Matías Rodríguez fue entrevistado por Distrito Interior y contó lo que ocurrió en la madrugada del domingo.
"A mi amigo lo sacó un patovica de la fiesta, le pegó y lo dejó afuera, porque se había peleado con unos amigos de Lucas", explicó Rodríguez. "Estábamos enojados y fuimos al paso a nivel esperando reconocerlos. Cuando señaló a Lucas como uno de los que le había pegado me saqué y así empezó todo", agregó el chico.

El adolescente aseguró que no se fue del lugar hasta que Lucas Sánchez reaccionó. También que los efectivos policiales que llegaron hasta el paso a nivel le tomaron sus datos personales antes de trasladarlo a su domicilio. Rodríguez afirmó que el joven golpeado se negó a ser atendido por los médicos del SAME.
"El domingo a la tarde fuimos a la comisaría con mi mamá y me puse a disposición, pero los policías nos dijeron que no habían denunciado el hecho", indicó el chico que en todo momento estuvo acompañado por su madre.