No se hacen, son: compraban autos en desuso, los reparaban y se filmaban chocándolos

A pesar de ser una locura, se debe reconocer que los protagonistas invertían tiempo además de los $40 mil o $50 mil que pagaban por cada auto. Es que los jóvenes compraban rodados en desuso y trabajaban en la reparación mecánica para luego destrozarlos en el peligroso juego.

Pero no son tan tontos, en realidad ponían en riesgo su integridad física por dinero. Filmaban la travesura, que podría tener gravísimas consecuencias, las subían a sus redes y monetizaban el contenido. Los videos, que tenían millones de reproducciones, les generaban importantes ingresos.

La investigación, llevada adelante por la UFI 13 de La Matanza, sobre los “autitos chocadores”, se inició por la viralización de las imágenes. La justicia inició la causa caratulada averiguación de ilícito y daño, y aprehendió a dos jóvenes, de 18 y 26 años, que ya recuperaron la libertad.

Voceros judiciales confirmaron que los videos los grababan a los costados de las vías del ferrocarril en Tapiales, cerca de los terraplenes. “Se secuestraron dos vehículos marca Honda Accord, que tendrían suprimidos los números de motor y chasis, autopartes varias sin identificar, una soldadora autógena y otra eléctrica, y un CPU”, detallaron las mismas fuentes.