En un hecho histórico, este miércoles, organismos de derechos humanos y dirigentes del arco opositor y del sindicalismo, participaron de la histórica marcha a Plaza de Mayo en repudio al fallo de la Corte Suprema y celebraron que "el pueblo unido jamás será vencido".
"No queremos convivir con los asesinos más sangrientos de la historia argentina", afirmó durante el acto la madre de Plaza de Mayo Taty Almeida, tras lo cual señaló que el fallo de la Corte "abrió la puerta a la impunidad".
En ese sentido, lanzó: "Los responsables de esta decisión hay que recordarlos. Fue tomada por los jueces Juan Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco", lo que provocó silbatinas e insultos generalizados de los presentes en la marcha. 
Fotografía: Noelia Marone
A su vez, la titular de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela Carlotto, resaltó que "afortunadamente la sociedad ha reaccionado con firmeza" ante el fallo de la Corte Suprema y destacó la ley aprobada por el Congreso Nacional.
"Hoy los legisladores aprobaron una ley que busca frenar la aplicación de la ley del dos por uno a genocidas y represores" y "esto nos llena de gratitud", afirmó Carlotto, quien reclamó: "Necesitamos que cada uno de los representantes de los poderes del Estado realicen las acciones pertinentes para dar vuelta este fallo".
A su turno, la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas advirtió que "los delitos de lesa humanidad no son delitos comunes, no prescriben, no son amnistiables".

Fotografía: Noelia Marone
"Estoy muy excitada porque queremos justicia", gritó Cortiñas en el acto en Plaza de Mayo y aseguró que "la Corte pretende soltar a Jorge Tigre Acosta, el jefe del grupo de Inteligencia de la ESMA, y a Alfredo Astiz y a Miguel Etchecolatz, mano derecha de (ex general Ramón) Camps, asesino de la Noche de los Lápices, acusado de la segunda desaparición de Jorge Julio López", lo que generó el silbido de los manifestantes y los gritos de "asesinos".