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Cronos Noticias » En Foco » 10 abr 2022 09:23

El escenario bonaerense

Las fichas no dejan de moverse sobre el tablero

Mientras el presidente Alberto Fernández trata de surfear la ola de la crisis política interna de la mejor manera posible, atendiendo a varios frentes a la vez, en Buenos Aires parece que las aguas están más calmas para el gobernador Axel Kicillof.


  • Las fichas no dejan de moverse sobre el tablero

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Es un año que, por el momento, comenzó tranquilo en términos de gestión, pero al mismo tiempo no deja de ser una etapa traumática producto de las crisis estructurales -económica social y de inseguridad- que padece la provincia.

“Falta mucho por hacer pero estamos caminando todos los días hacia adelante. Hay que estar unidos, reconociendo las dificultades y devolviéndoles los derechos de la gente”, señala Kicillof como diagnóstico o mantra gubernamental.

De hecho, en los laboratorios ideológicos de Calle 6 se cuestiona la postura de un sector de la oposición que propone un mayor ajuste como recurso ante la inflación.

El jefe de asesores del Gobernador, Carlos Bianco, consideró se trata de “una posición hipócrita porque el ajuste que proponen tendría un impacto directo en los niveles de pobreza, indigencia y de empleo”, y aclaró que la Gobernación no tiene “incidencia en las políticas macroeconómicas”, que se deciden en la Casa Rosada ante la complejidad del proceso inflacionario.

En el ecosistema del Ejecutivo tienen como prioridad la reconstrucción bonaerense y se preparan para seguir en ese rumbo. “No alcanza con un par de añitos de gobierno para resolver los problemas estructurales de la Provincia”, dicen buscando marcar la cancha.

Por eso desmenuzan que el objetivo del Plan 6x6 fue plantear políticas de Estado que se sostengan no sólo en lo que resta del actual mandato sino en los 4 años posteriores ya que, argumentan, cuando llegó Kicillof a la gobernación “no había plan de ningún tipo. Era una desidia y una improvisación absoluta”.

También volvió a sesionar días atrás la Cámara de Diputados bonaerense, donde la novedad de la creación de un nuevo monobloque, llamado “Unidad para la Victoria”, de la legisladora marplatense Débora Indarte, quien dejó el bloque del Frente de Todos por diferencias con La Cámpora.

Pero el dato más relevante parece ser la avanzada de los intendentes, que luego de conseguir reformar la Ley que limitaba sus reelecciones en 2023, ahora quieren el control de las policías locales y el desdoblamiento de las elecciones.

Nada nuevo bajo el sol. Con la caída de la imagen de los principales candidatos presidenciales, el desdoblamiento es la salida más ventajosa para el armado local. Algo que intentó con poca convicción la exgobernadora María Eugenia Vidal, cuando la imagen del entonces presidente y candidato Mauricio Macri caía en picada, y que finalmente arrastró también a la ahora legisladora porteña.

Hoy parece que los caminos coinciden en ambos lados de la grieta. A priori sería del interés del oficialismo, en el marco de la interna que se ha desatado entre Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, pero en la oposición tampoco lo ven con malos ojos. El intento fallido de Vidal parece haber quedado en la cabeza de algunos referentes amarillos, como el senador y exfuncionario vidalista, Joaquín De la Torre, quien estaría pensando en impulsar una Ley para que la Provincia se desmarque de la elección nacional.

Por su parte, los intendentes de Juntos, en la voz del jefe comunal de Lanús, Néstor Grindetti, también avanzaron sobre la posibilidad de hacerse con el control policial, algo que se viene discutiendo desde los tiempos de Felipe Solá, cuando surgieron las primeras policías comunales.

Con idas y vueltas, ahora los alcaldes van nuevamente por el manejo de la seguridad: De la Torre presentó el mes pasado un proyecto en ese sentido y los jefes comunales oficialistas no verían con malos ojos esa posibilidad.

De paso pondrían un obstáculo a las aspiraciones electorales del ministro de Seguridad Sergio Berni, sacándole el monopolio del manejo de la seguridad provincial, y por lo tanto, el poder que le sirve para cimentar sus chances en las urnas.

Mientras tanto, el gobernador, que ya anunció que va por su propio “segundo tiempo”, viene de tirarle dos tiros por elevación al Presidente en un gesto que puede leerse como un guiño para congraciarse con la vice. Primero habló, sin nombrarlo, de no tener miedo ante los poderes concentrados, y luego señaló que “en el Conurbano y el interior no da más la situación social".

Por último, con el anuncio del fin de la obligatoriedad de usar barbijos en ámbitos educativos y laborales, se dio por terminada la pandemia de Covid 19, y una nueva etapa comienza. Falta más de un año para las elecciones, mucho tiempo. Pero las fichas no dejan de moverse. Claro, mañana puede ser tarde.

Por Ricardo Salas

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