La inestabilidad del dólar y los altos niveles de inflación obligaron a la cúpula política de Cambiemos a replantear su estrategia de diálogo, es que, la intención ahora es mostrar estabilidad y un mercado previsible para los inversores.
Entre los invitados para el debate del futuro económico del país ya se encontraban dirigentes del peronismo alejado de la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y hasta fue convocado el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quién descontento con la propuesta cruzó al gobierno de Cambiemos y lanzó un documento titulado "Argentina necesita políticas de Estado, no marketing electoral".
En la misma sintonía, Massa cuestionó los modos del oficialismo y disparó:"No se puede pensar en un documento de acuerdos por Argentina desde la lógica de dividir a la oposición". Por parte de Cristina, adelantó que “no discutirá a libro cerrado”.
El ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, en defensa de la propuesta indicó: "La convocatoria de búsqueda de consensos básicos no tiene que excluir a nadie. Y Cristina representa una parte importante del electorado y debe formar parte de esta mesa donde vamos a tratar ponernos de acuerdo sobre qué cosas no van a formar parte de la discusión electoral, con qué cosas no se joroba".
La tensión se apoderó del escenario y generó disputas sin siquiera haber comenzado la discusión, entre las principales asperezas resaltaron las del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna quien adelantó que no hablaría con Cristina.
En diálogo con La Red, Frigerio anticipó que el llamado a la líder de Unidad Ciudadana sería esta semana, la misma en que presentará su libro “sinceramente” de forma pública y explicó: "Todavía no nos sentamos a conversar sobre el acuerdo. Esto intentó trabajarse sin que tomara estado público y lamentablemente se filtró. Y aquellos que todavía no habían sido convocados la reacción no fue la mejor"