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Cronos Noticias » En Foco » 11 dic 2017 15:20

Bitácoras bonaerenses

Vidal, supremacía parlamentaria y el peronismo atomizado

La gobernadora y Cambiemos gozan de la nueva Legislatura bonaerense, donde el camino para aprobar proyectos propios será mucho más fácil de ejecutar. La tropa peronista sigue haciendo gala de sus divisiones y peleas de egos.


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Por Juan Alfaro | ANDigital

Comenzó la segunda etapa del mandato de María Eugenia Vidal, aquella chica del barrio porteño de Flores que destronó al peronismo de la gobernación bonaerense, luego de 28 años de reinado. Las perspectivas son más que favorables para la gobernadora, el triunfo que obtuvo sobre Cristina Fernández de Kirchner al frente de la tropa de candidatos de Cambiemos, hizo que la conformación de la Legislatura para los dos años que comienzan sea con un reparto de bancas más que favorable para las medidas que quiere impulsar. Desde esta semana, Vidal y el oficialismo cuentan con un bloque de 29 legisladores en el Senado que posee quórum propio, a dos escaños de los dos tercios. En Diputados, Cambiemos mostrará los músculos con un bloque de 43 legisladores, a solo cuatro de la mayoría simple. A primera vista un escenario que despierta grandes sonrisas a “Mariu” y sus espadas legislativas, ya que tiene la llave para avanzar, con algunos aliados de coyuntura, sobre leyes vitales sin el mayor esfuerzo. El sendero despejado.

Tras la ordenada, tranquila y sin sobresaltos, sesión de jura que tuvieron los legisladores bonaerenses, rápidamente el oficialismo apuntó en su bitácora tres proyectos para tratar en una Legislatura que le es más favorable en sesiones extraordinarias. Por un lado, en manos del senador Walter Lanaro está la iniciativa de la Ley de Ética Pública que quiere el Ejecutivo sancionar, que entre otras cosas obligará a todos los legisladores a presentar sus Declaraciones Juradas todos los años, del mismo modo que -por decreto- lo hacen los funcionarios del gobierno provincial y los altos mandos de la Policía Bonaerense y el Servicio Penitenciario. El proyecto no es ninguna idea iluminada del vidalismo. Desde hace años, legisladores de todos los colores políticos impulsaron textos similares, sin conseguir apoyo de sus pares o desde el oficialismo. Hubo muchos, incluso, que fueron un poco más allá y escribieron proyectos para que los nombres, montos y formas de las empresas ganadoras de las licitaciones sean abiertas para todo público. Por ahora, se espera que la Ley de Ética Pública tenga un trámite sencillo en el Parlamento bonaerense, quién podría oponerse a hacer público su patrimonio siendo funcionario público. Sin embargo, la inminencia de la aprobación de la norma, no deja de poner nerviosos a más de un legislador (oficialistas y opositores), que están haciendo malabares para poder diagramar una Declaración Jurada presentable y creíble. Contrariedades ante los nuevos tiempos.

En ese plano, el Ejecutivo también enviará el proyecto para la nueva Ley de Ministerios, que va a tono con el “ajuste en el costo político” que pidió Vidal para todas sus áreas y funcionarios. El texto no va a traer polémicas, dado que es costumbre que todos los legisladores aprueben cualquier pedido de la gobernación ante un cambio en la estructura ministerial. Tampoco está previsto que haya eliminación, fusión o creación de nuevos ministerios. El objetivo está posado en áreas menores y es ahí donde se dieron algunas polémicas. Desde Calle 6 dejaron trascender la idea de fusionar Secretaría Legal y Técnica con Asesoría General de Gobierno. Dentro de esas dos dependencias el temor de los empleados a perder sus puestos de trabajo comenzó a expandirse cuando trascendió en los medios periodísticos esa posibilidad, además de que funcionarios alertaron sobre los “perjuicios” ante la fusión. Los rumores sonaron tan fuertes que este fin de semana Marcelo López Mesa renunció a su cargo frente a la Asesoría General de Gobierno y el camino apunta a que la nueva encargada del organismo fusionado sea la titular de Legal y Técnica, María Fernanda Inza, una mujer de extrema confianza de Vidal. Pero el plato fuerte que Vidal y Cambiemos quieren aprobar es la adhesión de la provincia a la Ley de ART, un pedido especial que hizo Nación hace meses a la gobernadora y que por una postura fuerte de todos los espacios de la oposición está trabada en las comisiones del Senado. El texto está lleno de polémicas y observaciones, tanto que en la conformación de la Legislatura anterior al recambio senadores del peronismo/kirchnerismo y del Frente Renovador se opusieron a llevarla al recinto. Los gremios tampoco ven con buenos ojos esta medida. Desde la CTA Autónoma bonaerense, Oscar “Colo” De Isasi aseguró que la reforma del sistema de ART “busca quitar derechos a los trabajadores”. De todos modos, como se dijo, la nueva Legislatura es muy favorable a Vidal y todo indica que ahora esta iniciativa tenga luz verde y sea aprobada. La nueva correlación de fuerzas.

Las tres medidas que el oficialismo quiere impulsar ante el nuevo escenario legislativo son las que quedaron del periodo anterior al recambio. El 2018 seguramente traerá nuevas proyectos que sean impulsados por Cambiemos y que la oposición deberá frenar o apoyar. El escenario es más que favorable para el oficialismo, el peronismo colaboró para que la fortaleza de Cambiemos sea mayor. Sumergido en sus peleas internas y egos personales, los legisladores peronistas que ingresaron con la lista de Unidad Ciudadana encabezada por Cristina, no llegaron a tomar juramento que ya se habían partido en dos bloques. La atomización del peronismo legislativo, de haber soñado con un bloque de 34 diputados y otro de 15 senadores, ahora hace gala de sus divisiones y al final, en todos sus sectores, tendrá cuatro bloques en la Diputados y dos en Senadores. El protagonismo que quieren tener los intendentes del Conurbano hizo que la ruptura con el kirchnerismo duro sea inminente. De hecho, semanas antes, en la disputa por el control del PJ bonaerense, el cerco que los alcaldes de la 1ra y 3r secciones hicieron contra Fernando Espinoza y la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, logró que sean ellos los que se queden con la jefatura del partido y, dato no menor, en la nueva conformación no se avista ningún camporista en lugares relevantes. Desde las sombras, Vidal a través de su mano derecha y jefe de Gabinete, Federico Salvai, alentó al alcalde de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, a pelear por el PJ provincial, como también al de Merlo, Gustavo “Tano” Menéndez. El rol del lomense, dicho sea de paso, fue fundamental para que Cambiemos logre los votos para la aprobación del Presupuesto 2018 dejando en el recinto de Diputados divisiones del voto peronista que calaron hasta en las extrañas de los mismos bloques. La balcanización del peronismo –gran noticia- es por demás útil a los intereses de Vidal y Cambiemos. Contar con una diversidad de interlocutores es un escenario más factible a tener un bloque unido y fuerte que sea más opositor a sus políticas. La jugada final para rebanar al peronismo se dio cuando Vidal le dio a los intendentes la vicepresidencia de la Cámara de Diputados. El bloque que conducirá el intendente en uso de licencia, Julio Pereyra, asoma a ser el reemplazo del Frente Renovador, que oficio como “garante de la gobernabilidad” que supo plasmar Sergio Massa con Vidal. El peronismo, que con su síndrome derrotista de cara al 2019, pero sumergido por lo bajo en una carrera por la candidatura para la gobernación, ostenta con sus divisiones y amagó a mantener una postura común ante la orden del juez Claudio Bonadío de quitarle los fueros y detener a Cristina Fernández de Kirchner.

Fuente: ANDigital

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