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Cronos Noticias » En Foco » 4 dic 2017 16:13

Bitácoras bonaerenses

El peronismo hace gala de sus divisiones: cuatro bloques en Diputados

Para cerrar el año y el recambio legislativo volvieron a escena las internas e intereses contrapuestos en el peronismo provincial. De la posibilidad de ser la segunda minoría con un bloque opositor fuerte en la Legislatura bonaerense a tener cuatro bancadas que negocien por su cuenta.


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Por Juan Alfaro (ALFA) | ANDigital

Las noticias que el peronismo bonaerense deja sobre las portadas de los medios periodísticos siguen mostrando su incapacidad para lograr la “unidad” que tanto pregona y las divisiones se alzan nuevamente como protagonistas. El martes 5 juran los nuevos legisladores, el 10 de diciembre comenzarán su mandato. La nueva Legislatura bonaerense será mucho más favorable a los proyectos que quiera impulsar María Eugenia Vidal, gracias a los excelentes números seccionales que logró Cambiemos en la última elección legislativa: el Senado tendrá un bloque de 29 legisladores, que poseerán quórum propio y a solo dos escaños de los dos tercios; en Diputados contará con una bancada de 43 diputados, a sólo 4 de la mayoría simple. El parlamento que se viene.

Hace una semana, el PJ Bonaerense puso fin a días de discusiones tensas y rosca. Luego que de los intendentes de la Primera y Tercera Sección lograron confluir el cerco sobre Fernando Espinoza, se logró sellar la unidad para las elecciones partidarias que llevará a Gustavo “Tano” Menéndez, intendente de Merlo, como presidente; a  Fernando Gray, de Esteban Echeverría, como vice, y al matancero a cargo del Congreso del partido. En esa unidad (forzada o impuesta) el dato que pocos resaltaron es la llamativa ausencia de representantes de La Cámpora en los lugares más destacados del listado. Con ese síntoma, el armado de la nueva Legislatura para el peronismo por ahora tiene una impronta similar. En Diputados bonaerense aún quedan las heridas de la traumática derrota del 2015 que derivó en que el peronismo/kirchnerismo se partiera en tres bloques: FpV (de componentes más ultra k), FpV-PJ (mezcla de kirchneristas moderados y críticos) y el Peronismo para la Victoria (renegados del kirchnerismo que terminaron apoyando a Florencio Randazzo en las últimas elecciones). El final del 2017 presenta un escenario similar, incluso con más particiones y algunos cambios en la correlación de fuerzas. Surge, al igual que el 2016, el rol protagónico de los intendentes del Conurbano que quieren volver a intentar “renovar” el peronismo, quienes tomaron la delantera en los armados políticos. Así, se puso sobre la mesa la opción de conformar un bloque peronista que represente a los alcaldes y sin participación de La Cámpora. Esta bancada estará encabezada por el diputado electo e intendente en uso de licencia de Florencio Varela, Julio Pereyra, quien mantiene buena sintonía con Martín Insaurralde, alcalde de Lomas de Zamora y articulador en las sombras de los votos peronistas que acompañaron el Presupuesto 2018 de Vidal. Dato no menor, entre bambalinas, el lomense jugó un rol importante en la disputa por el PJ Bonaerense y en el cerco a Espinoza. Sobre ese plano, el 22 de noviembre, Pereyra pidió una reunión con el presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca, para informarle que presidirá ese bloque peronista. La movida no cayó bien en varios despachos del peronismo/kirchnerismo en la Legislatura: “Quieren desplazar al massismo y ser los nuevos socios de Vidal”, dijo un legislador molesto con la novedad. Discrepancias anticipadas.

Pero la novedad que trae esta nueva partición del peronismo en Diputados es el surgimiento de micro bloques que quieren cotizarse en alza y tener algún poder de negociación individual con el vidalismo. En ese periplo, se posiciona Patricia Cubría, referente del Movimiento Evita, que en principio se encuentra sola en el bloque Peronismo para la Victoria, pero negocia para que la marplatense Alejandra Martínez se sume a su bancada. Pero ese objetivo no presenta caminos despejados; según pudo saber ANDigital, la jugada de Cubría no es de todo el agrado de otro referente del Evita. Es que en una tensa reunión Fernando “Chino” Navarro recomendó a Cubría a que se acople al bloque que están armando los intendentes con Pereyra a la cabeza. El pedido no fue bien recibido por la legisladora, quien pretende con su bloque tener más margen de contratos para empleados que hay por bancada. Como la frutilla de una torta peronista cada vez más rebanada, quien también dejó trascender sus ganas de conformar un nuevo bloque es el mediático y carismático José Ottavis. El exnovio de Vicky Xipolitakis rompió los vínculos con la cúpula de La Cámpora y todo indica que formará un monobloque, aunque mantiene charlas con Rocío Giaccone para que lo acompañe. Desde el entorno de la legisladora juninense afirman que “no hay nada definido aún”. Las roscas pequeñas.

 

Pese a todo este escenario, este portal pudo saber que las negociaciones y charlas para soñar con la unidad continúan. El “todo puede pasar” característico del peronismo todavía se mantiene. Sobre ese plan es que el jueves 30 de noviembre pasado por la noche, en el centro cultural “El Amor y la Igualdad”, ubicado en La Plata y que pertenece al senador Juan Manuel Pignocco, el kirchnerismo duro confluyó en un asado para diagramar variables en busca de la unidad en la Legislatura. Como propuesta para intentar lograrla con los legisladores que responden a los intendentes, desde ese sector llevarán una propuesta, al menos interesante, para acercar posiciones. Dos bases fueron las que salieron del asado kirchnerista: confluir en un bancada donde se mantenga la figura del presidente de bloque, pero que no se cierre del todo y en su rol opositor mantenga puentes de diálogo con Cambiemos, pero con una serie de temáticas que son “innegociables”. Además, se vislumbra dirimir todas las diferencias puertas adentro y bajar al recinto con una postura única. Esta idea arranca con la gran dificultad con el otro sector sobre la titularidad del bloque y los nombres a imponer. Pero, como segundo punto, diagramaron la propuesta de crear una Mesa de Conducción, donde confluyan distintos representantes de los diversos sectores internos y que, en una suerte de cuerpo colegiado, se definan las posturas en las negociaciones legislativas. Un punto fundamental de esa opción es que se permitirían las votaciones divididas dentro del mismo bloque. Por ahora, las negociaciones a contrarreloj siguen, llamados, reuniones y diagramas son parte del menú político del peronismo/kirchnerismo de cara al 2018. Las cartas sobre la mesa.

A pesar del gran triunfo de Vidal y Cambiemos en las elecciones de octubre, los resultados electorales de Cristina  Fernández de Kirchner  y Unidad Ciudadana no fueron nada despreciables. Con el 37,24 por ciento (3.529.900 votos), ingresarán siete nuevos senadores, dejando una hipotética posibilidad de un bloque de 15, si se suman a los que tienen mandato hasta 2019. En Diputados, en tanto, ingresarán 17 nuevos legisladores que, en caso de unirse a los que continúan mandato, podrían lograr un bloque de 34 diputados. Por ahora, el panorama apunta a cuatro bloques del peronismo: el bloque kirchnerista, el bloque de los intendentes y los dos minibloques de Ottavis y Cubría. La paradoja es que si en Diputados y Senadores el peronismo logra la unidad, se podría convertir la segunda minoría, contar con un gran poder de negociación y hacer efectivo su rol opositor de peso. Pero las divisiones y los desacuerdos hacen que esa posibilidad sólo sea una ilusión cada día más inalcanzable dentro del universo peronista. Desde el otro lado, Vidal y Cambiemos solo observan, algunas veces asoman las narices, pero festejan como el peronismo se sigue sumergiendo en sus divisiones.

Fuente: ANDigital

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